

Cuando el ingeniero Juan Saca aseguró en este medio que los abonados del servicio energético “no tenemos otra opción” que pagar $11 adicionales cada mes, obvió un dato esencial: el dinero federal para modernizar la red ya existe y está subutilizado. Así consta en el informe trimestral que LUMA Energy radicó ante el Negociado de Energía el 14 de febrero. Allí la empresa reconoce $4,830 millones en fondos federales obligados, pero admite haber convertido en efectivo apenas $667 millones (13.8 %). Es decir, solo uno de cada siete dólares prometidos se ha transformado en postes, transformadores o líneas nuevas, mientras el resto descansa en cuentas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y el Departamento de la Vivienda estadounidense (HUD) a la espera de planos definitivos y solicitudes de reembolso.
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